De la desintegración de la URSS al renacimiento del imperialismo ruso
A partir de 1989, la burocracia estalinista de la URSS aceptó el restablecimiento del capitalismo en Europa del Este; en 1991 se reconvirtió en una clase capitalista (los oligarcas) saqueando las empresas estatales y fusionándose con los mafiosos. El joven imperialismo ruso aplica la fuerza directa para mantener sometida a Chechenia en 1994-1996 y luego en 1999-2000. Además, disputa con los imperialismos occidentales el control de su vecindad: intervención militar en Moldavia en 1991-1992, en Georgia en 2008, contra Ucrania anexionando Crimea y controlando parte del Donbass en 2014, apoyo al déspota bielorruso Lukashenko contra las protestas en otoño de 2020, en Kazajistán en apoyo al déspota Tokayev contra las poderosas protestas obreras en enero de 2022. Pero también interviene en el resto del mundo: en Siria del lado del sangriento dictador El Assad, en Libia en apoyo del sátrapa Haftar a través de los mercenarios del grupo capitalista ruso Wagner, que también actúan en la República Centroafricana, Chad y Mali, Mozambique, Sudán… El coronel al frente de los mercenarios de Wagner, Utkin, que tiene sus contactos en el Kremlin, es un nazi probado y los periodistas rusos que investigaron sus acciones fueron asesinados.
Los imperialismos emergentes (Rusia, China, etc.) cuestionan el reparto del mundo. Sólo pueden mantenerse o expandirse a costa de los imperialismos establecidos (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Japón…). Para el estado ruso, la prioridad otorgada por el estado norteamericano a la lucha contra el pujante capitalismo chino, su relativa desvinculación de los países de Europa y Asia occidental, su desordenada retirada de Afganistán, ofrecen la oportunidad de aflojar la tenaza económica y militar de sus rivales occidentales.
El capitalismo ruso solo ocupa el duodécimo lugar en el mundo en términos de PIB, pero incluye grandes grupos capitalistas (armamento, energía, distribución, automóviles, transporte aéreo). En su interior oprime a las minorías nacionales (chechenos, etc.) y posee el segundo ejército mayor del mundo, un gran arsenal nuclear y algunas de las capacidades más avanzadas de ciberguerra. A la cabeza de gigantescos yacimientos de petróleo y gas, suministra el 41% del consumo del resto de Europa, incluido el 70% de las necesidades de Alemania, el 80% de Hungría, el 100% de Austria y Eslovaquia… Es el primer exportador mundial de cereales, el primer productor de níquel y paladio, el tercer exportador de acero…
El estado ruso quiere destruir el estado ucraniano
A mediados de noviembre de 2021, Putin comenzó a concentrar sus tropas en las fronteras de Ucrania, mientras aseguraba falsamente que :
Rusia no representa una amenaza para nadie, nos ocupamos de nuestros propios asuntos y tomamos medidas para garantizar nuestra seguridad si es necesario, si hay acciones provocadoras de nuestros adversarios cerca de nuestras fronteras. (Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, 14 de noviembre de 2021)
En noviembre, Putin atiza el conflicto en Donbass entre sus títeres separatistas y el ejército ucraniano, acusa al gobierno ucraniano de sabotear los acuerdos de Minsk de 2015, que debían ponerle fin. Biden, Macron, Johnson, Scholz… declaran que no intervendrán militarmente en caso de conflicto armado. Para el líder ruso, intervenir en Ucrania, derrocar a su gobierno y luego amenazar directamente a Georgia se convierte en un objetivo alcanzable.
El 4 de febrero, Putin se encarga de reforzar sus vínculos diplomáticos y comerciales con el imperialismo chino. Juntos, Xi y Putin levantan acta de «la entrada de las relaciones internacionales en una nueva era». A partir de entonces, el imperialismo chino maniobra entre el apoyo prudente al imperialismo ruso y la defensa de sus propios intereses.
El 21 de febrero, Putin reconoce oficialmente a las repúblicas separatistas de Donbass y declara que Ucrania es una creación artificial de Lenin y los bolcheviques. El 24 de febrero, afirma contra toda evidencia que el régimen ucraniano es nazi y ha iniciado un genocidio de rusos en Donbass. Inmediatamente, los vehículos blindados, los aviones, los misiles y las tropas de tierra, con unos 150.000 soldados, se embarcaron en una ofensiva coordinada.
Los imperialismos occidentales son culpables de muchas guerras y tienen una gran responsabilidad en esta
Los imperialismos occidentales no pueden dar lecciones a Putin y al Estado ruso. Por un lado, todos tienen un historial criminal de saqueo del mundo, de intervenciones militares en el extranjero, de ocupación de otros países, de apoyo a regímenes despóticos.
Y por el otro lado, el estado norteamericano y sus aliados de la OTAN aprovecharon el colapso de la URSS para amenazar militarmente al estado ruso. Así, Albania, Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Montenegro, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia se convirtieron en miembros de la OTAN. La adhesión de Georgia estaba en marcha y EE.UU. estaba presionando para la adhesión de Ucrania. En diciembre de 2021, Biden, Johnson, Macron y Scholz rechazaron la demanda de Putin de neutralizar Europa Central.
Desde el inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania, los imperialistas de EEUU, Francia, Alemania, Gran Bretaña, etc. han introducido sanciones económicas contra la economía rusa y al mismo tiempo están reforzando las capacidades militares de las fuerzas de la OTAN en los países fronterizos con Rusia y Ucrania. El gobierno SPD-Grunen-FDP ha decidido aumentar masivamente el presupuesto militar de Alemania, los demás le seguirán.
¡Viva el internacionalismo proletario! ¡Viva la resistencia del pueblo ucraniano y ruso!
Desde el comienzo de la invasión rusa, a pesar de una relación de fuerzas muy desfavorable, el ejército ucraniano, con la ayuda de reservistas y voluntarios, ha resistido y defendido las ciudades sitiadas. La ofensiva del ejército ruso está siendo más difícil de lo esperado. Los soldados rusos, muchos de ellos reclutas, que supuestamente luchaban contra los «nazis», en realidad están invadiendo un «país hermano». Se han distribuido armas a la población ucraniana, los trabajadores y los jóvenes se están organizando para resistir, fabricando cócteles molotov, patrullando y controlando… El ejército ruso probablemente tendrá que enfrentarse a una guerra de partisanos.
A pesar de la intoxicación mediática y de la represión policial y judicial, una parte de la población de Rusia está manifestando valientemente su oposición a la invasión.
Los trabajadores de todo el mundo no tienen nada que esperar de las iniciativas de los distintos estados occidentales que dicen querer restablecer la paz, ni siquiera del estado burgués ucraniano que actualmente separa en las fronteras a los africanos de los europeos que quieren huir del país, que niega los derechos de sus minorías nacionales desde 2014, que tolera grupos fascistas en el ejército. Por el contrario, los imperialismos occidentales preparan nuevos enfrentamientos y todas las sanciones económicas y financieras que adopten pesarán en primer lugar sobre los trabajadores de Rusia y luego, por sus repercusiones económicas, sobre los de todos los demás países.
El impacto de las sanciones económicas sólo puede reforzar la dependencia del imperialismo ruso del imperialismo chino, que es al menos diez veces más poderoso económicamente. Y un éxito del imperialismo ruso en Ucrania sólo alentará al imperialismo chino en sus objetivos en el Mar de China, así como en Taiwán.
Cada burguesía imperialista trata de conseguir el apoyo de su clase obrera en su loca carrera armamentística y hacia el refuerzo de las tensiones militares y económicas, enfrentando a los trabajadores de los distintos países, según el lado en el que esté su burguesía. Pero los trabajadores ucranianos, rusos, franceses, españoles, estadounidenses, polacos, bielorrusos, rumanos… ¡no son enemigos entre sí!
¡Viva la movilización del proletariado y la juventud rusa contra Putin, para impedir la guerra fratricida contra el pueblo ucraniano!
¡Contra la unión nacional con la burguesía! ¡Frente único de las organizaciones obreras contra la intervención imperialista en Ucrania! ¡Obertura de las fronteras a los refugiados de Ucrania y de todos los países! ¡Vuelta al pluralismo lingüístico en Crimea y en toda Ucrania! ¡Respeto a las minorías tártara, rusa, bielorrusa, moldava, romaní, judía, húngara y rumana en todos los países de la región!
¡Tropas rusas fuera de Ucrania! ¡Retirada de las tropas norteamericana, británicas, francesas, españolas, italianas… de Europa Central! ¡Disolución de la OTAN y la OTSC!
¡Abajo el imperialismo! ¡Revolución de los trabajadores! ¡Estados Unidos Socialistas de Europa! ¡socialismo mundial!
COLECTIVO REVOLUCIÓN PERMANENTE
(Austria,Francia, Estado español, Turquía)