El capitalismo está bastante agotado
El capitalismo está en decadencia desde que entró en su fase imperialista. Esto se manifestó en Europa a través de la guerra de 1914 (que terminaron las revoluciones rusas de 1917 y alemana de 1918) y en América por la crisis económica de 1929.
El ambiente de la especie humana se está deteriorando por la búsqueda de beneficios que es la fuerza impulsora del capitalismo. El clima es alterado por las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2, CH4…). Naturaleza sirve como la basura del capital, mucha contaminación evitable afecta la salud de los seres humanos. Especies desaparecen cada año. Los grandes grupos capitalistas acaparan tierras agrícolas y mineras a expensas de los campesinos y del medio ambiente.
La crisis del capitalismo golpeó al mundo en 2007-2009. Después, unas crisis localizadas afectan a Brasil, Argentina, Rusia… La Grecia se hunde en la depresión. La recuperación mundial en 2009 se hizo a expensas de los explotados. Los gobiernos y bancos centrales, en cada país y cada uno por sí mismo, salvaron a sus grupos financieros e industriales. Capitalistas y sus Estados, con la complicidad de los partidos «reformistas» y de las burocracias sindicales, han intensificado la labor, la precariedad, la flexibilidad de los salarios y del tiempo de trabajo, han reducido las prestaciones sociales, han agregado a la explotación en el lugar de trabajo la de los alquileres y de los intereses bancarios.
Debido a destrucción insuficiente de capital, es débil el crecimiento económico, ha dejado de intensificarse el comercio internacional (crece menos rápidamente que la producción), aumenta el desempleo mundial (el empleo crece con menor rapidez que la población activa), persiste la especulación financiera. Si la clase obrera (obreros, empleados, técnicos…) aumenta su tamaño, la proporción de los salarios en la producción disminuye y la desigualdad entre los más ricos y los más pobres aumenta. Incluso los países capitalistas más avanzados rechazan permanentemente de la producción una parte de su población, cierran sus fronteras a los migrantes, son incapaces de ofrecer un techo a todos. Cientos millones de personas se amontonan en la miseria y la incertidumbre en los campos de refugiados de los países dominados, en los barrios marginales y favelas de las gran ciudades.
La subordinación militar a los Estados Unidos (mediante la OTAN), la presión de Rusia en Ucrania, el estrangulamiento de la Grecia por las burguesías francesas y alemanas, la salida de Gran Bretaña (el Brexit), la fronda de los Estados de Europa Central están debilitando la Unión Europea. Las burguesías europeas probaron incapaces, como marxismo había planeado hace un siglo, de unificar pacíficamente Europa.
El capitalismo conduce a la barbarie
La rivalidad entre las potencias imperialistas se intensifica: desde su superioridad militar los Estados Unidos tratan de conservar la hegemonía, Rusia resistan a los EEUU, China desea una redivisión del mundo. Los Estados espían su población y recortan las libertades democráticas. El gasto militar y las ventas de armas crecen, hay más de poseedores de armas nucleares (Pakistán, Israel…). El nuevo imperialismo chino está militarizando la mar de China contra los viejos imperialismos japonés y estadounidense. Las potencias occidentales y Rusia se enfrenten indirectamente en Ucrania y Siria.
Israel, con el apoyo de los EEUU, estrangula los restos de Palestina, destruirá en forma periódica la Franja de Gaza y extiende la colonización en la Ribera Occidental y Jerusalén. La guerra todavía devasta Ucrania, Afganistán, Siria, Iraq y Yemen. El hambre afecta a Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Decenas de millones de personas están desplazadas dentro de su país, millones tratan de escapar a riesgo de sus vidas (cientos de personas mueren cada año en la frontera entre México y los Estados Unidos, miles en el mar Mediterráneo…). Los inmigrantes ilegales son sometidos a la sobreexplotación, incluso esclavitud.
En todo el mundo, la clase dominante busca un derivativo a la pobreza y la miseria que su dominio genera mediante la designación de los refugiados, de los trabajadores de otros países, de las minorías étnicas o religiosas como chivos expiatorios. Las elecciones de Trump en los EEUU, de Duterte en Filipinas y de Orban en Hungría ilustran el aumento generalizado del proteccionismo y de la xenofobia.
La perspectiva del socialismo cayó en las masas, debido a la opresión de los trabajadores en los Estados que dicen ser socialistas (de la Cuba de Fidel Castro a la Camboya de Pol Pot) y la restauración del capitalismo hizo en 1989-1993 (en Europa Central, en Rusia, en China, Vietnam…) por las burocracias usurpadores y privilegiadas que se reclamaban comunistas.
En todos les países, el oscurantismo vuelve con fuerza en la ideología y la política, particularmente en la forma de fundamentalismo religioso. Esta regresión se produce a expensas de la investigación científica, de otras religiones y ateos, de los derechos de las mujeres, de la libertad sexual, de la creación artística, de la arqueológica, de la enseñanza… En todo el mundo, los movimientos políticos nacionalistas, fundamentalistas, xenófobos o fascistas amenazan al movimiento obrero, a las libertades democráticas y a las minorías étnicas, religiosas y sexuales.
Millones de mujeres son circuncidadas, casadas contra su voluntad, violadas y asesinadas; incluso en los países más desarrollados, el derecho al aborto es incompleto y amenazado.
Para el socialismo mundial
Sin embargo, el estado de la ciencia y la tecnología, así como los medios de producción y transporte permitieran satisfacer las necesidades básicas de toda la humanidad. La relación de producción capitalista, después de haber permitido el desarrollo de las fuerzas productivas a través de la industrialización y la internacionalización, se convirtió en un freno.
Afortunadamente, el capitalismo también ha creado una nueva clase revolucionaria. La clase de los trabajadores obligados a vender su fuerza de trabajo al capital es la única capaz de llevar los obstáculos al progreso histórico y a la transición a un modo de producción superior, socialismo-comunismo, donde productores asociados, dueños de los medios de producción, decidirán de antemano la creación y la distribución de la riqueza.
Para la internacional obrera revolucionaria
La clase obrera debe deberían encabezar todas las clases intermedias y semi-explotadas (campesinos, funcionarios, ingenieros, directivos, distribuidores, etc.) y todos los oprimidos de la sociedad para arrebatar el poder de la minoría capitalista.
La clase gobernante no sólo está representada por sus partidos políticos y las organizaciones patronales. Se basa en la propiedad de las empresas (incluso de los grandes medios de comunicación). Su dominio se ve reforzada por el Estado, la escuela y el sistema universitario, el clero, los economistas liberales y keynesianos. Por lo tanto, se debe expropiar el gran capital y destruir el Estado para superarla.
Con el sobreproducto social y el Estado, la burguesía ha logrado corromper e integrar los aparatos de las organizaciones de masas de la clase obrera. Les aparatos de los sindicatos acepten negociar los ataques sobre los logros anteriores de los trabajadores y las opusieron parodias de resistencia como las llamadas a los representantes electos de los partidos burgueses o huelgas de un solo día. Los partidos obreros burgueses de origen laborista, socialdemócrata y stalinista hacen creer que el estado burgués puede administrar el capitalismo y ponerse al servicio de los trabajadores. Pero cuando tienen acceso al gobierno, defienden el capital nacional en detrimento del trabajo y refuerzan el aparato represivo del Estado burgués (SACP de Sudáfrica, Syriza de Grecia, PT de Brasil, PS de Francia, SPD de Alemania, SPÖ de Austria, PS de Bélgica, PS y PCCh de Chile…). Por lo tanto, la victoria de la revolución presupone luchar contra las agencias de la burguesía en la clase obrera y desenmascararlas.
Sin embargo, les corrientes centristas (que no sobrepasaron maoísmo-estalinismo o que revisan el programa leninista-trotskista) se niegan a enfrentar las burocracias políticas y sindicales “reformistas”. Los social-patriotas y los centristas, cuando avanzan las reivindicaciones, las separan de la parte esencial del programa comunista. Los oportunistas temen lo que arrebatar las demandas y asegurar las conquistas: huelga general, constitución y centralización de órganos de la lucha obrera y popular, autodefensa contra la policía y los fascistas, destrucción del aparato represivo del estado, dictadura del proletariado.
Ninguna elección tampoco referéndum puede ser suficiente para que la mayoría toma el poder a la minoría. Requerirá una revolución social encabezada por la clase obrera como la Comuna de París en 1871 y los soviets de Rusia en 1917. La insurgencia será más barata para las masas, la fase de transición al socialismo (la dictadura del proletariado) será más corta y democrática que los explotados serán determinados y los explotadores serán aislados internacionalmente.
La lección positiva de la revolución en Rusia en 1917 (y negativas de las revoluciones en Túnez, Egipto, Siria desde 2010 a 2012) es que la clase obrera debe tomar la cabeza de aquella. Para eso, necesita una estrategia, un programa, un partido. Para eso necesita volver al marxismo, reconstruir la Internacional comunista, reunir a la vanguardia en cada país en un Partido obrero revolucionario de tipo bolchevique, enlazar a cualquier lucha de los explotados y oprimidos en la perspectiva del derrocamiento de la burguesía, de la destrucción de su Estado, de la toma del poder por los productores.
Proletarios de todos los países, uníos:
- ¡Cierre de todas las bases imperialistas! ¡Cese de las intervenciones militares en Malí, Yemen, Siria, Iraq! ¡Fin de las maniobras militares estadounidenses contra Corea del norte! ¡Libertad de movimiento y asentamiento de los refugiados, trabajadores y estudiantes!
- ¡Ni liberalismo ni estatismo! ¡Ni proteccionismo ni libre comercio! ¡Expropiación de grandes terratenientes y de los grupos capitalistas! ¡Plan de producción decidido por la población entera!
- ¡Defensa de las libertades democráticas! ¡Derecho de las nacionalidades oprimidas de separarse! ¡Separación completa de la religión y del estado! ¡Desarme de los cuerpos de represión y despido del ejército profesional!
- ¡Independencia de los sindicatos frente al estado y a los partidos burgueses! ¡Desarrollo de órganos democráticos de lucha! ¡Gobierno de los trabajadores basado en ellos! ¡Federación socialista mundial!
Colectivo Revolución Permanente
Patronsuz Dünya / Turquía
Tendência Marxista-Leninista / Brasil