¡Fin de los procesos judiciales contra los activistas obreros y contra el PO!
El 3 de junio, el sistema de justicia federal del gobierno antiobrero de Milei envió policías a la sede nacional del Partido Obrero (PO) en Buenos Aires. Esta intimidación se produce tras varios registros brutales contra dirigentes de organizaciones vecinales y de desempleados, además de procesos judiciales contra Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero.
El gobierno argentino no sólo quiere reducir drásticamente el derecho de manifestación, agravar la explotación de los trabajadores y el empobrecimiento de las masas trabajadoras, sino que protege a los especuladores y defraudadores siempre que sean ricos o empresarios.
La verdadera razón del ataque del gobierno es que el PO está en contra de todo ello. El Colectivo Revolución Permanente denuncia el allanamiento y afirma su solidaridad con los militantes del PO. ¡Frente único de trabajadores nacional e internacional en defensa del PO y de todas las víctimas de la represión judicial y policial del gobierno de Milei!
Esto no implica ninguna aprobación de la respuesta de la dirección del PO (recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo establecido por la Organización de Estados Americanos en 1969), ni de su orientación general (oportunista) compartida por toda la coalición electoral y parlamentaria del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT, que también incluye al PTS, el MST y la IS).
¡Basta de capitulaciones ante el peronismo burgués en nombre del “trotskismo”!
La época del imperialismo, el período de decadencia histórica del capitalismo, es un período en el que la burguesía, incluso en los países dominados, ya no desempeña un papel progresista, lo que fue confirmado por el fracaso de la revolución china en 1927. La única estrategia revolucionaria es ahora la revolución permanente.
Mientras el movimiento de liberación esté controlado por la clase explotadora seguirá metido en un callejón sin salida…. en los países coloniales y semicoloniales (no sólo en China y la India sino también en Latinoamérica) el fraude de los “frentes populares” sigue paralizando a las masas trabajadoras… Como la única fuerza genuinamente revolucionaria de nuestra época es el proletariado internacional, el único programa con el que realmente se liquidará toda opresión, social y nacional, es el programa de la revolución permanente. (Cuarta Internacional, Manifiesto, mayo de 1940)
Por eso, la Cuarta Internacional denunció las alianzas con sectores de la burguesía. Tanto el “frente único antiimperialista” como el “frente popular antifascista”, sirven de coartada para la traición de la socialdemocracia y el estalinismo, seguidos de sus clones centristas. Según las necesidades, “los demócratas” o “la izquierda”, dos nociones tan burguesas como elásticas, pueden incluir el viejo radicalismo burgués o el viejo nacionalismo burgués. Por ejemplo, en 2023, el PS se unió con parte del partido peronista y con la Democracia Cristiana (PNH, Schiaretti); el PCA y el PCR sirvieron de respaldo a la principal coalición peronista (UP, Massa).
Desgraciadamente, contra el programa del Partido Bolchevique y de la Cuarta Internacional, el 21 de junio de 1974, el PST “trotskista” (el antepasado del PTS, el MST, el IS, etc.) firmó una declaración por la “democracia” con el PCA y los partidos burgueses.
Durante la crisis revolucionaria de 2001, el PTS, el PO y compañía reivindicaban la convocatoria de una asamblea constituyente, lo que es reaccionario en un país con democracia burguesa.
El 3 de septiembre de 2022, cuando el atentado de un desequilibrado contra la vicepresidenta peronista Kirchner, en el parlamento de la provincia de Buenos Aires (Legislatura Porteña), se votó una declaración conjunta del PO y el PTS con los partidos burgueses de la coalición peronista entonces en el gobierno (Frente de Todos).
Ante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de noviembre de 2023, que enfrentó al fascista Milei contra el peronista Massa, el FIT se negó a convocar a un boicot.
Combatimos al reaccionario Milei y enfrentamos la unidad nacional de Massa contra los trabajadores. No votamos ni a uno ni a otro. (PO, Resolución, 4 de noviembre)
Desde ya que llamamos a no votar a Milei, sin embargo desde la izquierda no podemos darle ningún tipo de apoyo político ni electoral a Massa. (PTS, Declaración, 30 de octubre)
Nuestra primera definición es llamar a los trabajadores y jóvenes a NO votar a Milei y su reaccionario proyecto antiderechos y negacionista al cual hay que ponerle un freno. (MST, Balotaje con final abierto, 27 de octubre)
Hay que derrotar a Milei (en una elección abierta con resultado incierto) votando críticamente a Massa, con el único objetivo de que no gane un ultraderechista. (IS, Votar contra el ultraderechista Milei, con un voto crítico a Massa, 13 de noviembre)
Desde la llegada de Milei al poder, el FIT ha profundizado su orientación oportunista, centrando su política en la presión sobre el parlamento y sumándose a las jornadas de acción limitada del 20 de diciembre y del 9 de mayo, decretadas por el aparato sindical peronista para desgastar las fuerzas de las masas sin poner en peligro a Milei y sus proyectos.
¡Basta de paros gremiales de unas horas y negociaciones sindicales con Milei, huelga general hasta el retiro de la ley de Bases antiobreras!
La fracción peronista de la burguesía ciertamente se opone a la fracción liberal y radical, pero sigue siendo burguesa. Lo que a ambas las une contra los trabajadores es más fuerte que lo que las divide. La burocracia sindical y la del movimiento de mujeres son pilares del peronismo burgués. Cuando la coalición peronista Kirchner-Fernández-Massa gobernó dejando que la inflación empobreciera a las masas y endeudándose con el FMI, las direcciones de la CGT y de las dos CTA no movieron ni un dedo.
Cuando la coalición liberal-radical Milei-Bullrich ha llegado al gobierno, desencadenando ataques sin precedentes contra las adquisiciones sociales y el nivel de vida de las masas, la dirección de la CGT, seguida de la de las dos CTA, se dedica a convocar a acciones de distracción (mítines patrióticos, jornadas de acción, etc.). Mientras negocia con los que están en el poder, mientras llama a negociaciones entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, mientras llama a la confianza en el parlamento burgués con una mayoría de partidos burgueses, mientras desvía la atención hacia las próximas elecciones…
Las organizaciones del FIT no luchan dentro de los sindicatos por la huelga general hasta el retiro de los proyectos de Milei, para derrotar a Milei. En otras palabras, son inútiles.
Por el contrario, el FIT siembra confusión en las filas de los explotados y oprimidos. Fraudulentamente llama “huelga general” a los impotentes días de acción de los burócratas corruptos y mafiosos. Como “plan de lucha”, exigen lastimosamente que los días de acción sean un poco más largos.
Se trata de imponer desde abajo un llamado a un paro de 36 horas (RP-FTCI, 10 mayo)
Arrancar un paro activo de 36 horas (PO, Encuentro trabajadores ocupados y desocupados, 25 de mayo)
Un paro limitado del trabajo como el que defiende la burocracia sindical es lo opuesto a la huelga general del proletariado.
Todos los partidos revolucionarios, todos los sindicatos de Moscú, al declarar la huelga, intuían e incluso sabían que se trasformaría inevitablemente en insurrección. (Enseñanzas de la revolución en Moscú. Lenin, 29 de agosto de 1906)
Ésta es la importancia fundamental de la huelga general: plantea claramente la cuestión del poder. La verdadera victoria de la huelga general sólo puede lograrse mediante la toma del poder por el proletariado y el establecimiento de su dictadura. (Trotsky, A dónde va Inglaterra, 6 de mayo de 1926)
Lo que ha pasado, no son huelgas gremiales. Ni siquiera son huelgas. Es la huelga. Es la reunión en el gran día de los oprimidos contra los opresores. Es el comienzo clásico de la revolución. (La revolución francesa ha comenzado. Trotsky, 9 de junio de 1936)
El Cordobazo demostró en 1969 que la huelga general es el comienzo de la revolución y se transforma en insurrección.
Por un partido obrero revolucionario, por un programa de acción
Los elementos y fracciones comunistas internacionalistas dispersos en las organizaciones «trotskistas» o «guevaristas» deben formar un auténtico partido comunista, unido, disciplinado y democrático, sobre la base del programa de la Internacional Comunista de la época de Lenin y Trotsky, del programa de la IV Internacional durante la época de Trotsky.
Cuanto más rápidamente se fusione la vanguardia más breve será la etapa de las convulsiones sangrientas, menor la destrucción que sufrirá nuestro planeta. (Cuarta Internacional, Manifiesto, mayo de 1940)
En los sindicatos CGT y CTA, en las organizaciones de desocupados, en las organizaciones de mujeres trabajadoras, en las asociaciones vecinales, en las reuniones interprofesionales (Multisectoriales), organicemos la lucha a pesar y contra la burocracia peronista, para derrotar al gobierno de Milei, por la huelga general, todos juntos, hasta el retiro de la ley de Bases y la ley Ómnibus.
- ¡Retirada de las dos leyes antiobreras, derogación de los decretos ya promulgados! ¡No a la persecución de militantes y organizaciones obreras!
- ¡Reducción de los precios de bienes y servicios esenciales (alimentos básicos, transporte público, alquileres, gas y electricidad, internet, agua! ¡Aumentos salariales y actualización automática de salarios, pensiones y becas, de acuerdo con la inflación real! ¡No más despidos en empresas y administraciones, reducción de jornada y contratación de personal hasta la desaparición del paro!
- ¡En defensa de la enseñanza pública, laica, de calidad y gratuita a todos los niveles, incluido el universitario!
- ¡Por una sanidad pública única, de calidad, universal y gratuita!
- Garantía pública de vivienda y barrios de calidad para todos los trabajadores y trabajadoras. Congelación indefinida de los precios de los alquileres al nivel anterior a la inflación desbocada. Moratoria indefinida de los desahucios. Expropiación de los grandes tenedores inmobiliarios y municipalización de todo el suelo urbano, sin indemnización y bajo control obrero. Plan urgente de construcción de vivienda pública y mejora de los barrios en todas aquellas poblaciones donde las medidas anteriores no sean suficientes para garantizar vivienda digna a toda la población.
- ¡Separación completa de las iglesias y el estado! ¡Derecho al aborto, anticoncepción gratuita! ¡Igualdad salarial para hombres y mujeres!
- ¡Igualdad de derechos para los trabajadores inmigrantes!
- ¡Democracia en los sindicatos! ¡Recreación de comisiones internas! ¡Una sola central democrática e independiente del estado y los partidos burgueses! ¡Fuera los dirigentes que pactan con Milei-Villarruel-Bullrich! ¡Fuera las burocracias corruptas!
- ¡Comités de lucha para organizar la lucha en las empresas, las administraciones, pueblos, barrios, universidades! ¡Por la huelga general ilimitada contra Milei! Por la elección de comités de huelga en cada centro de trabajo, de estudio, barrios, etc y su centralización a nivel local, provincial y nacional.
- ¡Autodefensa, protección de las huelgas, manifestaciones y organizaciones de trabajadores contra policías, fascistas y mafiosos! ¡Disolución y desarme de los cuerpos represivos!
- ¡No al pago de la deuda pública externa, ni de la interna en manos del gran capital! ¡Expropiación de grandes empresas nacionales y extranjeras (agrícolas, industriales, bancarias, comerciales, etc.) bajo control obrero! ¡Monopolio estatal de comercio exterior!
- ¡Gobierno obrero basado en comités elegidos y centralizados! ¡Federación Socialista de América Latina!