Desde el año 2000 ha muerto más de 30.000 personas intentando llegar a Europa. El 30% de los inmigrantes provienen de Oriente Medio o el norte de África, el 30% del África subsahariana y el 11% del Cuerno de África. En 2014, dos terceras partes de las 5000 muertes de emigrantes en todo el mundo ocurrieron a las puertas de Europa. La tasa de mortalidad es del 2%, cuando pasan a través de las Islas Canarias, y del 6% cuando pasan por Malta o Lampedusa. Al menos 3.000 emigrantes han muerto en el Mediterráneo desde el comienzo del año. En toda Europa, hay partidos de origen obrero que persiguen a los trabajadores extranjeros y partidos burgueses respetables que compiten en xenofobia con los partidos fascistas y anti-inmigrantes; hay grupos de choque fascistas que agreden a los inmigrantes en Grecia y Alemania; los mismos que denunciaban el muro de Berlín están construyendo ahora muros a la entrada de España, Gran Bretaña, Hungría, Bulgaria y Grecia.
Cuando las fronteras están cerradas, las migraciones no solo no cesan sino que se convierten en más arriesgadas. Los refugiados son asesinados por los gobiernos europeos, estos hombres y mujeres trajeados que tienen un lenguaje a veces hipócrita, a veces desagradable. Si los gobiernos abrieran las fronteras, la masacre cesaría. Los gobiernos de los estados europeos (los de la Unión Europea, pero también los de Suiza, Rusia, etc.) cierran sus fronteras a los pobres de Siria, Eritrea, Afganistán … mientras las abren, a los ricos, los grandes capitalistas, sus bienes, su capital. Incluso persiguen a ciudadanos europeos, como es el caso de la minoría romaní, a la que los nazis trataron de exterminar junto con los judios de Europa.
Los desplazamientos humanos han existido siempre. Actualmente, 3,5 millones de ciudadanos británicos y 1,7 millones de ciudadanos franceses son emigrantes: viven en el extranjero temporal o permanentemente, por razones familiares o profesionales.
Para preservar los intereses de sus multinacionales, que explotan y saquean el mundo, los gobiernos europeos y estadounidenses se permiten intervenir política y militarmente en el extranjero. Protegen los regímenes islamistas en el Golfo (Arabia Saudita, Qatar, etc.) que difunden el salafismo en todo el mundo, que financian la reacción islamista (Hermanos musulmanoes, jihadistas), que se niegan a acoger a los inmigrantes. Los Estados Unidos han conquistado Irak y Afganistán, Francia bombardeó Libia. Cuando la población de Siria se levantó contra el despotismo, Assad bombardeó a su propia población, con el apoyo de Irán y Rusia. El resultado de todo ello son guerras crónicas en Afganistán, Siria e Irak, el surgimiento de un régimen totalitario (Daech)… y millones de refugiados adicionales. Éstos son acogidos, en su gran mayoría, por los países vecinos: el Líbano (1,1 millones de sirios), Jordania (0,6 millones), Turquía (1,9 millones)… La minoría que ha emigrado a Europa a menudo se ha quedado atascada en sus regiones más pobres, al sur y al este.
Los cierres de fronteras no sólo causan tragedias, dividen permanentemente a los trabajadores, debilitan a los sindicatos. La mayoría de los inmigrantes son estudiantes y trabajadores que viajan con o sin sus familias. Cuando pasan ilegalmente la frontera de los Estados Unidos, la Unión Europea, etc., se convierten en indocumentados que, además de estar corroídos por el miedo permanente, se ven obligados a aceptar salarios y condiciones de trabajo que debilitan toda la clase obrera.
Tenemos que volver a conectar con el internacionalismo proletario, construir una internacional obrera revolucionaria. En toda Europa, los sindicatos, los partidos obreros deben exigir:
- ¡Cierre de los campos de detención para extranjeros! ¡Libertad de circulación, de instalación y empleo para todos los trabajadores emigrados y sus familias! ¡Libertad de circulación y de residencia para los estudiantes que deseen visitar o formarse en Europa!
- ¡Igualdad de derechos, incluidos los políticos, para todos los trabajadores!
¡Fin de los bombardeos sobre Siria e Irak por el ejército de norteamericanoo, belga, británico, danés, francés y holandés! - ¡Basta de acoso policial contra los refugiados y los gitanos! ¡Abolición de las leyes xenófobas!
¡Organización de defensa conjunta entre los trabajadores nacionales y los inmigrantes contra la represión policial y las agresiones fascistas y racistas!