El 18 de noviembre se inicia en el Tribunal Administrativo de Berlín el juicio del Partido de la Igualdad Socialista (SGP) contra la República Federal de Alemania. El partido se defiende contra la vigilancia por parte de los servicios secretos y su inclusión en el capítulo de «extremismo de izquierdas» del Informe sobre la protección de la Constitución.
La publicación de los nombres de organizaciones o publicaciones en el Informe sobre la protección de la Ley Fundamental (Constitución de la RFA) equivale a una invitación a no apoyar a las personas y entidades nombradas ni a participar en iniciativas conjuntas con ellas. En el caso del SGP, resulta especialmente paradójico que se afirme al mismo tiempo que sus actividades son estrictamente legales. Se trata de un intento de intimidación.
El SGP es sólo una de las muchas organizaciones, iniciativas e incluso periódicos (junge Welt) que han caído en el punto de mira de los servicios secretos alemanes como «extremistas de izquierda», por referirse positivamente a Marx y al marxismo.
Por ejemplo, el gobierno alemán respondió a una protesta de junge Welt contra el espionaje estatal con la siguiente declaración: «Así, la división de una sociedad según la característica de pertenecer a una clase orientada a la producción está en contradicción con la garantía de la dignidad humana». La respuesta del gobierno a la demanda del SGP afirma que el «pensamiento en categorías de clase» y la «creencia en la existencia de clases competidoras irreconciliables» son inconstitucionales y, por tanto, justifican la vigilancia estatal. En el Verfassungsschutzbericht 2020 (Informe sobre la protección de la Constitución 2020) se afirma abiertamente: «El SGP se basa en un pensamiento de clase marxista incompatible con la Ley Fundamental, así como en la propagación de la lucha de clases».
Por eso no es de extrañar que para los guardianes de la constitución burguesa incluso la participación electoral de los partidos que invocan el marxismo sea sospechosa: «Los partidos de extrema izquierda participan regularmente en las elecciones a nivel federal o estatal. La participación en las elecciones les da la oportunidad de dirigirse directamente a sus antiguos y nuevos partidarios durante la campaña electoral, de adoctrinarlos con temas y fragmentos de ideología de extrema izquierda y de reclutar nuevos miembros».
Todas las organizaciones del movimiento obrero deben rechazar con firmeza la figura del delito de opinión, porque de eso se trata. En la década de 1970, estos argumentos se utilizaron como base para prohibir el ejercicio de determinadas profesiones a los miembros de las organizaciones obreras y juveniles. Todos los universitarios y científicos serios deben pronunciarse también contra esta justificación de las políticas de vigilancia del Estado, especialmente porque algunos de ellos reconocen la existencia de clases sociales en su campo de investigación y enseñanza.
En todo el mundo los gobiernos reaccionarios intentan restringir la libertad de expresión de los explotados mediante prohibiciones u obstáculos (por ejemplo, la «prohibición de los símbolos comunistas» en Polonia).
– ¡Solidaridad con todas las organizaciones y medios de comunicación del movimiento obrero en Alemania afectados por el espionaje de la Oficina de Protección de la Constitución!
– Fuera manos de la libertad de organización, de reunión y de expresión de las organizaciones obreras.
15 de noviembre de 2021
Buró Internacional del Colectivo Revolución Permanente
La publicación de los nombres de organizaciones o publicaciones en el Informe sobre la protección de la Ley Fundamental (Constitución de la RFA) equivale a una invitación a no apoyar a las personas y entidades nombradas ni a participar en iniciativas conjuntas con ellas. En el caso del SGP, resulta especialmente paradójico que se afirme al mismo tiempo que sus actividades son estrictamente legales. Se trata de un intento de intimidación.
El SGP es sólo una de las muchas organizaciones, iniciativas e incluso periódicos (junge Welt) que han caído en el punto de mira de los servicios secretos alemanes como «extremistas de izquierda», por referirse positivamente a Marx y al marxismo.
Por ejemplo, el gobierno alemán respondió a una protesta de junge Welt contra el espionaje estatal con la siguiente declaración: «Así, la división de una sociedad según la característica de pertenecer a una clase orientada a la producción está en contradicción con la garantía de la dignidad humana». La respuesta del gobierno a la demanda del SGP afirma que el «pensamiento en categorías de clase» y la «creencia en la existencia de clases competidoras irreconciliables» son inconstitucionales y, por tanto, justifican la vigilancia estatal. En el Verfassungsschutzbericht 2020 (Informe sobre la protección de la Constitución 2020) se afirma abiertamente: «El SGP se basa en un pensamiento de clase marxista incompatible con la Ley Fundamental, así como en la propagación de la lucha de clases».
Por eso no es de extrañar que para los guardianes de la constitución burguesa incluso la participación electoral de los partidos que invocan el marxismo sea sospechosa: «Los partidos de extrema izquierda participan regularmente en las elecciones a nivel federal o estatal. La participación en las elecciones les da la oportunidad de dirigirse directamente a sus antiguos y nuevos partidarios durante la campaña electoral, de adoctrinarlos con temas y fragmentos de ideología de extrema izquierda y de reclutar nuevos miembros».
Todas las organizaciones del movimiento obrero deben rechazar con firmeza la figura del delito de opinión, porque de eso se trata. En la década de 1970, estos argumentos se utilizaron como base para prohibir el ejercicio de determinadas profesiones a los miembros de las organizaciones obreras y juveniles. Todos los universitarios y científicos serios deben pronunciarse también contra esta justificación de las políticas de vigilancia del Estado, especialmente porque algunos de ellos reconocen la existencia de clases sociales en su campo de investigación y enseñanza.
En todo el mundo los gobiernos reaccionarios intentan restringir la libertad de expresión de los explotados mediante prohibiciones u obstáculos (por ejemplo, la «prohibición de los símbolos comunistas» en Polonia).
– ¡Solidaridad con todas las organizaciones y medios de comunicación del movimiento obrero en Alemania afectados por el espionaje de la Oficina de Protección de la Constitución!
– Fuera manos de la libertad de organización, de reunión y de expresión de las organizaciones obreras.
15 de noviembre de 2021
Buró Internacional del Colectivo Revolución Permanente